2.10.06

Caricias (el odiar y castigar)

- vamos... tranquilo -

me molesta de sobremanera cuando lloro y las lagrimas van a dar a mis orejas. El azul absorbente del blue Jean de Alex me permitía llorar sin esa molestia... sufrir cómodo... llamen a un cool hunter, estoy en la vanguardia.

Hoy note la cantidad de tiempo que llevo sin caricias, demasiado tiempo. Los gatos y su preocupación nunca fueron suficientes. La limosna de Alex se transformaba en dedos que peinaban una y otra vez mi melena mojada, mojado en la nuca y en la cara, por dentro también mojado... pedí ya un cool hunter?

- weon... tranquilo -

nada a que echarle la culpa, yo y los cenitales de una soledad compartida con Alex y visitada por gente. Años de negarme a quererme, a castigar mi forma, mi actitud, mi sustancia... años enteros a dedicarme a lo otro, lo de adentro.

Un miedo mortal a que alguien llegase adentro y tampoco le gustase eso.

Soy de una nación que no permitiría tener miedo, la parodia de los que temen temer.

Quizás una prostituta o una yonki podrían llenar mi vida, alguien que fuera tan reprochable como para usar toda esta mierda como punto en común.

Compañero de armas.

- perdón Alex, yo... disculpa.-

3 personas lo han visto: impotencia, angustia, compasión respectivamente.

Se me mojan las orejas y termino dando siempre la espalda. incluso en el espejo, dando siempre la espalda.

"Si triste es la soledad de un hombre solo más triste es, aún, la de dos en compañía"...

apago la radio... 4am sobre santiago y yo como imbecil abrazando un cojín mientras despierto entre sollozos.

Extraño a Alex y a Sofía... tenían sus razones para largarse... me queda el gato y su fugaz caricia tibia, quizás un maullido de preocupación.

Y claro... mis orejas mojadas.

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